La oscuridad me ampara, no tengo nada alrededor, pero siento
varias presencias.
Me cierroa mi misma
en un sinfín de convencimientos…………trago saliva.
Estoy esperando una matanza, no queda nada solo silencio y
soledad, hace tanto tiempo que no me siento a mirar las nubes.
Bajo algo hay en el aire que me llama la atención, es la
lluvia que pronto caerá? No, ahora lo noto más fuerte.
El olor, es un olor que me llama la atención es un niño,
tiene algún animal pequeño con él, un gato.
Me acerco, intenta contener el aliento, un cielo gris y
negruzco sobre mí.
Retiro las tablas, sus ojos, sus bellos ojos están aterrado
el gato me amenaza y yo bajo mi mano, el se acerca y se acaricia.
El niño intenta cogerlo, es una niña no debe tener más de 7
años, pero que hace aquí sola.
Si me la llevo será fácil que me localicen, pero si la dejo,
la muerte la seguirá como el agua a las negras nubes. Cojo al gato de detrás del
cuello y hago un gesto a la niña.
Esta intenta caminar a mi paso, la pongo sobre mi espalda y
luego corro, antes de que la lluvia nos alcance y también los vampiros sombra de
LordFrost
Voy con mi mp5, el
tema que voy escuchando es un clásico del siglo XX y un tema inmortal. Estaba
tan concentrada cuando entre en aquella tienda de fnac, que casi no me di cuenta
de alguien me observaba desde dentro. La resistencia, éramos nosotros, un puñado
de seres sin rostros ni apenas nombres, las ciudades ahora eran desiertos, solo
los humanos sometidos Vivian bien bajo la protección de su señor. FROST, yo no
le llamaba lord como él se hacía llamar, era un tirano que no merecía. Un
pensamiento se apodero de mi mente, era un ser que me observaba en las sombras,
me miraba detenidamente, no era un ser vampiro de Frost, era un luchador como yo
o una luchadora. Fuera quien fuera me miraba y se preguntaba lo mismo, quien era
yo, como me llamaba. Bueno fui al mostrador, busque pulse el botón de videos y
una enorme pantalla se encendió con un sttttuuudddd enorme. No había hombres ni
mujeres de Frost cerca, así que busque y pulse un tema que haría que mi mirón
saliera a fuera. Elvis Presley, él era el rey ¡¡¡¡¡¡no Frost!!!!!!! si , si , si
Aquella mujer hacia mucho ruido, mucho ruido.
De hecho me daba
la impresión que lo hacía por mí, revise las imágenes de mi mente y no pasaba
nada malo.
Simplemente me veía hablando con alguien en el campo y yo estaba
con esta mujer.
Había que ir a ese campo.
Me presente delante de aquella
extraña mujer y le dije:
Hola me llamo Alice Cullem- la cara de la mujer no
se inmuto- soy la persona que te está observando desde hace un rato y hay
alguien con quien tenemos que hablar en un campo.
La mujer dejo la música
puesta, es mas la subió de volumen, parecía divertida.
No era vampiro, su
piel, su sangre, su olor, me llevo hacia abajo, de hecho empezamos a atravesar
túneles y túneles.
Oye- la dije- puedo soportar la luz del sol- ella me miro
y no sé como lo hizo pero supe que esto era una forma de hacer creer a los de
arriba que éramos nosfertum.
Casi no quedaban vivos, habían casi sido
exterminados, su punto débil es el sol así que los mataban mientras dormían, los
mismos vampiros mataban a vampiros y mi familia había formado parte de
aquello.
La mujer me toco el hombro, había que
irse.
Una mujer se me
acerco y se presento. Fuimos hacia donde ella me indico que fueramos, pero si lo
hicimos fue por el Nosfertatun. Llegamos a un campo abierto, no me gustaba hacer
lo que iba a hacer pero yo tenía que encontrarme con el hombre de fnac el que
vivía bajo los sótanos. Alice se quedo allí mirando hacia una mujer que se le
acercaba sigilosamente. Yo me marche, hacia las oscuras grutas de detrás del
campo. Espere hasta que cayó la noche. Entonces escuche una voz, grave y fuerte.
Si aquel era mi compañero de viaje, era un Nosfertatun. Se presento con voz
calmada. - Hola soy Preso el preso 90172 y ¿tú eres la mujer de la música? - Si
le conteste y comenzamos a caminar hacia el castillo de Frost, no era el momento
más oportuno pero era el único momento.
un frio de hielo
reinaba en aquel lugar. Una historia contaban los más viejos, que Lord Frost amo
a una bella mujer, tan bella que dañaba la mirada. Aquella bellísima mujer, se
hastió de vivir, decidió retirarse a su sarcófago y dormir por 200 años. Frost
había aumentado su odio hacia Thanatos, promovido en especial por aquella a la
que amaba, su bella esposa Egipcia. Ghaith Galhi (lluvia amada) ella no quiso
seguir junto a Frost. Ahora, para matar a Frost una de las grandes posibilidades
era encontrar ese sarcófago. Me encontré con Alice en el campo como habíamos
quedado, ella iba con otra mujer, pero pronto esa otra persona desapareció. En
este mundo todos tenemos misiones, mi querida Alice y tú tienes que encontrar a
algo. La di un pequeño mapa, con eso no debía tener perdida. Mi querida Alice ve
a buscar a aquella que se auto mato y hazla volver a la vida, ella hará que
Frost se pare. Mientras yo he de ir en busca de más resistentes. Me aleje,
mientras lo hacia volví la cabeza, Alice ya no estaba se había marchado. Era
tiempo de cambios, era tiempo.
Me encontré con aquella mujer que parecía estar dispuesta
a todo, a lo bueno y a lo malo. Era una especie de gato, me hablo de algunas
cosas interesantes. Lugares donde encontrar un calid y esto estaba bien.
Llegamos a aquel lugar y caminamos en silencio, por todo el tiempo y sin
dudarlo. El caso es que a mi aquella copa me daba lo mismo. Quiero la cabeza de
Frost y la cuestión es que si esta preciosa chic a que se ha llamado asi misma
Ayane, tiene razón si encontramos la copa tendremos a Frost. Ella me señalo un
sendero extraño por las montañas, era atravesándolas, por grutas y eso estaba
bien.
Era triste tener que ir, pero era mi lugar otro.
Ahora tenía
algo en que pensar como llegar hasta Lord Frost, pero para ello debía encontrar
a su bella y dormida esposa.
Sabía lo que iba a encontrar cada paso que daba,
pero no sabía dónde buscar.
Me dirigí hacia un lugar donde alguien podía
ayudarme, el santuario.
Me tome mi tiempo en llegar pues los caminos estaban
llenos.
En el extremo más oriental había una antiguo templo, era una
catedral, allí habitaban los pocos que se habían guarecido bajo
sagrado.
Allí, habían quedado reducidos a los que ahora habitaban, pues no
todos los vampiros sucumben a la cruz.
Ahora un vampiro necesitaba ayuda de
un mortal.
Ursus, el increíble.
Un mentalista, como yo lo hubieses sido de
no ser un vampiro.
El podía ayudarme a llegar al sarcófago de la dormida
esposa de Lord Frost.
Recordé a Clavedere, recordé cada una de sus
palabras.
Ahora tenía que intentar que nadie me interceptase antes de llegar
al Santuario.
La música era enloquecedora, los que
eran como yo pero esclavos de Frost bailaban convencidos de su triunfo. Malo fue
que Frost anunciara que existíamos de verdad, era de esperar que los humanos
creyeran que podían matarnos con agua bendita y crucifijos. El sol, no me
gustaba el sol, a ningún vampiro le gusta el sol, el sol es lo que te mata. Pero
el siglo XX había hecho que la noche fuera eterna. Me quede en silencio
esperando a alguien que me llevaría al cáliz de Lucifer. No se hizo de rogar, un
corpulento vampiro apareció frente a mí. Notorius- dije sin dar importancia al
cambio de música y a los cuatro vampiros que nos observaban desde lo más alejado
de la sala- vendrás conmigo supongo. Me entrego una llave y me dijo hasta pronto
luego se alejo, yo me mezcle con los demás, de hecho fui hacia los que me
observaban. No se me mira fijamente y se vive para contarlo, uno de los poderes
que frost envida de mí, es que puedo beber sangre de vampiro, herencia de mi
padre vampírico. Pero no les mate frente a todos, lo hice cuando soltaron a los
humanos para jugar, entonces el olor de sangre los volvía locos. Vi como
Notorius se alejaba y yo hice lo propio tras matar a los mirones, tenía que
reunirme con una dama y no está bien hacerla esperar.
Llegamos al viejo monasterio justo cuando la tormenta arreciaba. Un sueño y
muchos durmientes, es un tanto irónico. El gato se ha acostumbrado a mi olor ya
no me bufa, la niña tiene hambre, cazo un pequeño conejo y lo cocino en la vieja
cocina del monasterio. Ese lugar fue una autentica tumba, aun hay huesos aquí y
allá esparcidos por todas partes, creían que se podían acoger a lugar sagrado,
pero Frost soltó a los Asemitas, y ……………….. La niña esta empapada, la pongo
cerca del fuego. - Tienes que secarte o enfermaras- la digo mientras me voy
hacia la puerta en busca de los cuartos de los monjes, la niña se levanta y me
coge de la mano- bueno iremos juntas vale?- la sonrió intentando cubrir mis
colmillos con los labios y salimos. Encontramos una habitación con dos cadáveres
en la cama, sin cabeza, dos vampiros acogidos a sagrado. Mi gente o lo que una
vez la fue fueron o fuimos contratados para eso, pero cuando se dieron cuenta de
que aquello era una carnicería, que ………………ya era tarde. Por suerte para mi yo ya
me había unido a Thanatos. Cogí un traje de monje, era feo y olía a moho, la
hice un gesto y nos fuimos. - Están muertos todos verdad? Puedes contármelo
tengo siete años, soy mayor- dijo mientras caminábamos por el pasillo- mi mama
dijo que la esperara y no volvió, pero espere y espere, encontré a negrito, el
me cuidaba y luego cuando tu llegaste el me hizo esperarte- me quede parada,
negrito debía ser el gato, madre mía, una guerra y yo con una niña y una mascota
no humana. Le conté lo que había pasado, lo hice con mucha claridad, pero
evitando los detalles escabrosos, luego le dije que su madre debía estar
luchando contra el malo, Frost. Luego de que estuvo seca su ropita se la volví a
poner, venían seres a este sitio y había que irse. De pronto según nos íbamos a
ir la niña me miro y me dijo- me llamo María y sé que eres un vampiro, no te
pongas triste no quiero hacerte daño, tu eres como negrito has venido a
cuidarme. Se agarro a mi cuello y se durmió, el gato estaba en mi hombro. Salí
corriendo, había que ir a un lugar más alejado de los seres humanos y los
vampiros, las montañas.
Iba caminando en silencio, llegamos a un lado de la
salida de la cueva, mi compañera me dijo que era mejor que durmiera, era tarde y
tenía que descansar. El deje allí durmiendo, la noche ya había caído y había un
montón de cosas que hacer. Seguí por las montañas en busca de algo que comer,
entonces vi a un vampiro que llevaba un niño parecía humano por el olor, además
de un animalito, parecía correr hacia mí. Cuando la tuve enfrente la pregunte,
Tu quien eres? Pero la vampira me amenazo y luego de salir corriendo en
dirección contraria me di cuenta, la perseguían y mi compañera estaba en apuros-
Volví a la cueva pero mi compañera no estaba, me agazape entre las sombras.
Aquellos vampiros sombras eran muy peligrosos, los ataque sin compasión.
Entonces me di cuenta de que la vampira me observaba desde lo lejos y oí como me
daba las gracias. Luego dijo algo de la cara oculta de la luna, se refería al
paso de la montaña, claro que iría pero ahora tenía que matar a esos vampiros.
Los destroce sin compasión, yo aun era joven y necesitaba sangre, los animales
también alimentan no igual que un humanos pero sirven. Así lo hice. Ahora estaba
listo para el paso, de la montaña en el otro lado de la luna.
Me consumo como en las dudas, que hare cuando llegue al
santuario.
Me dirigieron hacia Ursus, los humanos me echaban agua, sin parar
creo que era agua bendita, no me hacía nada yo no era católica por lo que
difícilmente eso funcionaba.
Sabía que Ursus me recibiría con los brazos
abiertos por qué me estaba esperando
La sala era vieja y olia a rancio, fuera
la lluvia había comenzado a caer con fuerza.
Ahora me tocaba hablar aunque
sabía que Ursus me ayudaría yo tenía que pedírselo.
- Ursus tu y yo tenemos
un mismo enemigo, tenemos un mismo común, yo puedo encontrar y matar a Frost
pero necesito saber donde se encuentra su esposa, donde está su
sarcófago.
Ursus me miro fijamente y contesto:
- No lo sabe nadie, pero sé
donde estaba su antigua mansión, tienes que ir a África y buscar en el desierto,
allí hay un peregrino que como yo mantiene a un grupo de humanos protegidos de
los que son como tú, no te ofrendas pero es así, el te ayudara.
Me dieron
provisiones y como Ursus no se fiaba me dio a un compañero, a Vladimir, este me
acompañaría hasta el final de la tierra, después el camino por el desierto,
sería cosa mía.
Nos fuimos en dirección al desierto, con provisiones y una
misión, Clavedere no te fallare, pensaba mientras
caminaba.
El camino era duro, peligroso, pero pronto salió el sol.
La noche llegaría en cualquier momento y con ella el frescor y la humedad. Me
regocije en mi soledad, recordé lo que una vez fui. Ahora de aquello ya no
quedaba nada. No todos los vampiros cuando muerden crean vampiros a mi me habían
fastidiado, aunque me gustaba ser como era ahora, el resto de los vampiros me
repugnaba. Su belleza era anti estética para mi gusto, aun así me había citado
con una vampira en la montaña. Me dormí rodeado de guano de murciélago y
murciélagos, me gustaban los murciélagos, eran como yo. Supervivientes y raros,
mamíferos voladores eso era yo. Me llene de descanso y paz, los murciélagos me
avisaron de la llegada de la noche y con ellos Salí, en busca de mi cita.
Vladimir
no se fiaba de mí, me miraba como si yo fuera una amenaza.
Pero yo jamás le
haría daño, lo que me enseñaron fue a respetar a los humanos, de ahí que Lord
Frost utilizara a mi padre para hacerse con el poder.
Le convenció de que él
era igual a los Cullem, vampiros que solo comíamos animales, le hizo creer que
lo mejor para ambas especies era coexistir.
Mi padre le apoyo frente al
consejo, le apoyo frente a la guerra y cuando vio que Lord Frost solo quería ser
el jefe, le mato.
Ahora yo que fui la única que lo vi antes de que pasara,
pero estaba lejos y no pude evitarlo.
Se lo advertí a mi padre pero el me
dijo que si tenía que ser, así seria.
Sé que la decepción habitaba en mi
padre, yo no serví de mucho, es que no soy capad de predecir lo que ocurrirá a
largo plazo, solo inmediatamente.
Vladimir me miraba atónito y dijo:
Tu
vampira, parece que estas llorando pero de tus ojos no salen lagrimas, ¿los que
son como tu pueden tener sentimientos?
Yo no soy un monstruo- le dije a
secas- todos podemos vivir en este mundo juntos-
Vladimir dijo:
Si claro
nosotros somos vuestro ganado y vosotros los amos.
No le caía bien al
Vladimir.
no le caía bien a los vampiros.
estaba sola pero le prometi a
Clavedere que lo haría.
Cuando desperté vi
que no estaba mi amigo el Nosferatu, que se llamaba así mismo preso90172. No
sabía muy bien a donde se había ido, pero tenía claro que no estaba por los
alrededores. Me incorpore y me marche, fuera la temperatura no era muy
agradable, había alguien con quien me tenía que encontrar un hombre. Un vampiro
no tan temeroso de la luz. Fui hacia el oeste, la lluvia era fuerte y
desagradable, tanto que tuve que guarecerme debajo de un árbol. Cogí mi mp5 y me
lo puse con fuerza, era hora de oír algo que me relajara, me subí a lo alto del
árbol. Desde allí el mundo era más pequeño, dos vampiros pasaron olisqueando el
aire. Pero yo ya me había ido, con destino a un local de copas atestado de
vampiros, con mi don para la multiplicación no me encontrarían.
Una cita con un
Nosferatun el ultimo, de los suyos libre, el resto había sido encarcelado. Los
Nosferatun eran extraños, muy extraños no les gustaba la apariencia humana, ni
de otros vampiros, eran seres solitarios. Espere cerca del lago, la luna asomo
tras la lluvia, una lluvia que desde la mañana había caído sin parar, ahora
había cesado y era el momento de que la luna asomara. Luna bella y creciente,
luna bella y reluciente. El lago me dejo ver su transparencia, la luna
resplandecía sobre él, ahora no era momento de una guerra en aquel lugar el
tiempo se había parado por un segundo. Una voz me llamo, me gire y vi al
Nosferatun, le mire a los ojos él a mi también. Camine en calma. Le hice un
gesto de deferencia y el contexto con un gesto cortes. Ahora le dije has de
dirigirte a buscar un cáliz, que no es lo que parece, es un poco más complicado
de lo que parece, ve al cruce de los trasteveres allí veras a una mujer que
viaja con un animal y con otro ser, no es exactamente humano pero si su
apariencia. Ese pequeño ser, sabe dónde y cómo llegar al caliz y a Frost. Sentí
como sus ojos mostraban la satisfacción del placer que le provocaría la muerte
de Frost. A su tiempo, mi querido Preso, a su tiempo el placer será todo tuyo.
Pero escucha no eres el único que busca su muerte, puede que te arranquen el
placer de las manos y puede que lo haga el único descendiente de la familia que
te convirtió en lo que eres. Me aleje en dirección al bosque, pronto aquel lugar
seria zona de guerra. El Nosferatun se quedo allí, mientras la luna iluminaba un
bellísimo lago por unos minutos, luego comenzó de nuevo a llover. .
Cuando uno se encuentra frente a alguien tan bella como
la dama del lago, se siente deslumbrado. Aquella mujer me hablo de el desencinte
de los Cullem y de que también quería la muerte de Frost. Si era así, yo Preso
mataría a los dos seres que más dolor me provocaban. Luego me hablo de una
vampira con un animal y un pequeño ser, ese ser me llevaría a Frost? Puede.
Luego miro al cielo, sonrió y se fue. Tenía que haberla seguido, porque dos
minutos después aquel lugar se lleno de humanos, hombres lobo y vampiros de
Frost. Una lucha que no me interesaba en lo mas mínimo, pero en la que
participe, el enemigo de mi enemigo, resulta que es mi amigo.
“”””””””””””””””GANAMOS””””””””GANAMOS””””””””””””””GANAMOS”””””””””””””””””””
Me presentaron a un enorme lobo, resulto ser el jefe de ese extraño ejército, me
enseño plano y me pidió ser su capitán. Pero si hay algo que me ha enseñado el
instinto es que si malo es un vampiro, peor es alguien que no puede controlar a
la luna. Es demasiado para mí. Le di las gracias, pero rechace el cargo, les
dije que tenía que ir hasta el paso de trastevere y ellos decidieron
acompañarme. En busca de la vampira, el animal y algo que no es humano y lo
parece.
Cuando llegue a
aquel lugar la música sonaba tan alta que casi te molestaba en los oídos. Los
humanos sometidos tenían pinta de vulgares corderos. Alguien de la resistencia
humana se acerco a mí, era una mujer pequeña y gordita, me hizo un gesto de
asentimiento. Y señalo hacia la zona vip de la discoteca. Allí la música era
ligeramente distinta y me sentí más cómoda al ver que todos eran hombres de
Frost, Ja. Pero una mano por detrás de mi espalda me hizo comprender que mi
contacto estaba allí. Era un vampiro enorme, grande y gordo. Me saco a bailar,
la música atronaba. Luego se acerco a mí y me entrego un papel, hice un gesto y
lo mire, dentro había un anillo que me puse en el dedo y una nota. Zona este.
Vendrás conmigo le dije a mi contacto, el asintió y salimos. Tenía un coche y
subimos al, la noche se comenzó a llenar de lluvia, llovía a mares.
Le
pedí que esperase, las patrullas controlaban el estrecho.
Como pretendes
cruzar al otro lado- dijo Vladimir .
Bueno cruzare nadando. Dije sin pensarlo
dos veces- es la mejor manera de llegar y nadie lo esperara.
Escucha
Vladimir, si crees que en vuestro lado del mundo hay opresión- mire hacia la
tarde que comenzaba a ser noche.- no sabes lo que hay en otros logares- mire al
mar- las patrullas no esperan que crucemos por debajo del agua pero si lo hacen
injertare esquivarlas- vuelve con los tuyo y procurar resistir hasta que podamos
deshacernos de Frost.
¿Por qué no apoyas a este tipo, acaso no es el líder de
los tuyos, el os dejaría hacer lo quisierais y tener ganado fresco para
comer?
Le mire a los ojos y le dije- ese Frost mato a toda mi gente, yo no
pertenezco a su gente, no pertenezco a sus amigos, no quiero ser su esclava y
punto- Vladimir me miraba sorprendido y dijo.
Vale, es correcto, no quieres
ser dominada y quieres venganza, escucha vampiro, cuando esto acabe puede que
tengamos que luchar y te mate.
Me gire y mire al agua, mientras me lanzaba a
ella sonreí, mientras pensaba suerte Vladimir, vas a caer en una emboscada y
morirás antes que yo, pero
suerte.
El camino era duro y penoso, todos parecían estar en
nuestra contra, también tenía que ver el hecho de que el jefe de los lobos
oliera a lobo que apestaba a kilómetros a la redonda. Me sentía un poco confuso,
tendría que esperar mucho cuando llegara, sabría aquella vampira que yo iba a
ser su acompañante, no sabía nada. Me sentía más emocionado que nunca, hacia
tanto que no recordaba haberme sentido vivo. Una noche por fin llegamos al paso
traste veré, allí en medio de las montañas. Me fije en el desfiladero que había
a ambos lados, vi a una figura pequeña al otro lado del paso, tenía algo en el
hombro y llevaba un bulto en los brazos. Mis compañeros dormían, se habían
acostumbrado a que el nosferatun vigilara la noche, pero era hora de irme. Me
acerque al enorme lobo y le dije que tenía que irme, el me dijo que iban en
dirección a la ciudad y por donde pasarían, le dije que gracias y esto para mí
fue muy difícil de decir, pero lo hice. Cruce como una sombra desde mi lado
hasta donde estaba la mujer, pero esta ya había caminado mucho. Hola me llamo
Preso y creo que me estas esperando. Ella me miro y simplemente dijo, vamos.
Bueno he de reconocer que no es impresionante como otras vampiras, no es
bellísima como la mujer del lago, pero es muy bonita. Camine sin dar importancia
a estos pensamientos que se apoderaban de mi cabeza, desde cuando un nosferatun
hace comparativas de belleza, los vampiros han perdido la esencia de la
autentica raza, son bonitos y se creen superiores. Ella se giro y dijo, no soy
superior, baja el volumen de tus pensamientos o los oirán todos. Aligera un
poco, pensé para mí, esta vampira me caía bien, si eso era cierto.
Una bellísima mujer vino a verme al salir del monasterio, pero no me fie de
ella, no cuando la vida de unos pocos está en juego, que alguien venga y te diga
que has de hacer da que pensar. Me fui a donde decía, aquel Nosferatun tenía que
hacer lo que estaba destinado a realizar. Matar al último de los cullem, eso
había dicho la mujer bella. Mire la luna, recordé a los resistentes lobos, a los
seres mágicos de las montañas luchando por su vida, recordé a los humanos
libres, a los míos luchando por el no sometimiento. Qué clase de mundo ofrecía
Frost, un mundo de sometimiento a él, eso no iba a ser para mí. Cuando llegue al
paso, el Nosferatun ya estaba allí y pensaba muy alto, sonreí cuando le oí
mentalmente hablar de mi belleza. Luego, mire hacia la noche, había que irse y
se lo hice saber, era agradable estar con los antiguos amos de la noche. Le cedí
al gato con gusto, de hecho este estaba encantado de cogerlo, pensaba algo sobre
la niña, algo que yo ya había notado. Pero era una niña fuese de la raza que
fuese, continúe caminando en silencio. Cuando el alba comenzó asomar, nos
escondimos en las cuevas para descansar. Yo vigilaba mi compañero debía
descansar junto con la niña y el gato. Una música se hizo muy machacona en mi
cabeza, era un canto gregoriano, venia de lo lejos, luego deberíamos ir a ese
lugar.
Estaba
convencida de que la muerte se acercaba a mí, mientras caminaba por el fondo del
estrecho.
Lo peor no era ver a los tiburones y otros peces huir de mí, ahora
yo era el gran depredador.
Fije mi pensamiento en lo que tenía que buscar una
momia, tendría que llegar a Egipto.
Cuando llegue a la otra orilla una enorme
batalla se hallaba en pleno apogeo, luchaban por salvar sus vidas.
Yo me
escabullí y me dirigí hacia el desierto, tendría que pasar por tunes evitando a
los vigilantes de Lord Frost.
Me sentía aturdida, que haría cuando viera a la
momia que la diría y si no quería ayudarme.
Y si ya no existía, Lord Frost la
hubiera encontrado.
Me sentí desfallecer, y me pare en seco, bajo la hermosa
luna del desierto, tenía que ir hacia el sur, ya no me quedaba más
remedio.
Como encontraría a aquella que no quería ser
encontrada.
Clavedere- grite sin parar- que dirección he de tomar dame una
señal.
Me enterré en la arena, unos humanos beduinos venían hacia mí, no eran
de Frost pero se alimentaban de vampiros, eran seres que habían quedado deformes
ante la mordida de un vampiro, la peor clase de seres de la noche.
Sabía que
si me enterraba pasarían de largo, detrás alguien de Frost venia y ese alguien
tenía que encontrarme, ese alguien me llevaría a
Clavedere.
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